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La circuncisión es un procedimiento médico en el que se extirpa una buena parte del prepucio, que es la piel que cubre el glande y de esta forma dejar al descubierto la "cabeza" del órgano genital de los hombres. Año con año un gran número de bebés, niños e incluso adultos son sometidos a esta operación sin que muchas personas se cuestionen si se trata de una operación realmente necesaria o que tenga algún beneficio tangible.
Gran parte de las circuncisiones que se practican actualmente están influenciadas por la tradición judía en la cual la circuncisión tiene un componente ritual.
Mitos alrededor del prepucio.
1. El prepucio no cumple función sexual alguna.
FALSO. En realidad el prepucio tiene 20,000 terminaciones nerviosas, lo que representa más del total de todos los nervios del órgano masculino. Además, al eliminar el prepucio también se elimina el frenillo, todo esto representa quitar una gran cantidad de terminaciones nerviosas para el hombre.
2. Es más placentero para la mujer el hecho de que no haya prepucio.
FALSO. En realidad es un mito que no tiene ningún fundamento.
3. La circuncisión protege contra las ETS.
FALSO. En realidad el prepucio tiene una función protectora en contra de algunas enfermedades de transmisión sexual, en el interior del prepucio se guarda el esmegma, que es un fluido blanco que contiene enzimas inmunológicas que protegen de virus y bacterias.
4. La circuncisión es totalmente segura.
FALSO. Toda operación por más segura que parezca tiene un porcentaje de riesgo y la circuncisión no es la excepción. Cada año mueren más de 100 bebés por alguna complicación ocasionada por esta práctica.
Lo cierto que a menos que sea absolutamente necesaria por algún tema médico, no se recomienda esta práctica que en realidad no aporta nada a la calidad de vida de los hombres.
